TAXISTAS EN BUCAREST

Una de las primeras advertencias que recibí antes de venir a vivir a Bucarest fue que tuviese cuidado con los taxistas. Puesto que aprovechaban la mínima oportunidad para timar a los extranjeros. Durante mucho tiempo, evitaba todo lo posible ir en taxi, hasta que acepté que era el mejor medio de transporte para moverse por Bucarest.

No se qué anécdotas destacaría de las muchas que he vivido en lo taxis, pero lo que si que puedo decir de forma generalizada es que se quedan con los cambios,que conducen fatal, y que no son muy amigables. En los últimos tiempos y habiendo aprendido a hablar rumano, he llegado a pensar que los tenía a raya.

Desafortunadamente, ayer, al llegar al aeropuerto, me costó encontrar un taxista que quisiese poner el taximetro, todos quería negociar el precio. Uno de ellos, incluso llego a decirme, que si quería ir en taxi, tenía que esperar a que él se fumase dos cigarros, alegando, que era el precio que tenía que pagar por ir con taximetro.Con un gesto de asentimiento, me di media vuelta y comencé andar. Mientras andaba, siguió unos pasos detrás de mi gritándome, que sino quería pagar podía ir en autobús.

Por suerte, conseguí uno que me llevó a casa sin rechistar.

Durante los últimos tiempos, me he adaptado a vivir en Rumanía, o mejor dicho a vivir en Bucarest. Después de todo llevo aquí mucho tiempo viviendo y cada día me siento más a gusto. Lo triste es que sucesos como este me hacen darme cuenta, de que en realidad, no me quedaría, porque las cosas, aquí, no funcionan como deberían.

12 de Octubre

La verdad es que desde que abrí el blog, por unas razones u otras, no he vuelto a publicar nada. En parte por falta de tiempo, y por otra parte, falta de costumbre, supongo.

Ayer fue el día de la Hispanidad, y yo lo celebré trabajando, no me correspondía festivo, así que me costó un poco más de lo normal levantarme pensando que en España la gente no trabaja. Claro, que teniendo en cuenta como están las cosas, no hay mejor manera de celebrar la fiesta de España, que trabajando!

Por la tarde, la Embajada de España nos invitó a una recepción seguida de concierto de guitarra española y cóctel en el Ateneu Roman, desde mi punto de vista, el edificio más bonito de Bucarest, así que allí fuimos todos los españoles, o casi todos, con nuestras mejores galas a celebrar nuestro día.

Y como anédota, diré, que una amiga rumana, cuando brindamos, dijo VIVA ESPAÑA! que gracia nos hizo, le sorprendió que no lo dijésemos tal día como hoy. Núnca me lo había planteado, pero quizá sea una costumbre que debamos empezar a instaurar.

When in Romania

Cuando vayas a Roma, haz lo que hacen los romanos.

En mi caso, cuando vayas a România haz lo que hacen los rumanos.

Siempre me ha gustado mucho este dicho, y es que en muchas ocasiones, la adaptación es la clave del éxito y de la supervivencia.

Ocho meses después de haber llegado a Rumanía, me decido a abrir este blog en el que tantas veces había pensado. Para contaros anécdotas, vivencias y opiniones y en general, para compartir con vosotros un poquito de mi día a día.